LA MENTIRA
Salmos 120:2
Salmos 120:2
Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo.Proverbios 23:7
El mal carácter.
La envidia.
Te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes. —DEUTERONOMIO 30:19
Palabras de vida
Él nos busca por nuestros corazones
Las palabras de mi boca
Seleccionar los ingredientes correctos
Yendo de la sala a la cocina
De acuerdo
Diseño
Construyendo la casa, hagamos las bases
Te contaré una historia, pero diferente a como sucedió en aquella época, pero quiero traerla a la actualidad. La historia habla de un hombre empresario con muchas personas a cargo. Sus hijos se encargaban de cierta parte del negocio. Y cierto día uno de sus hijos deseaba ser independiente una vez por todas, pero no podía irse sin su parte de la herencia.
La receta
Las ovejas son animales inútiles por sí mismas, necesitan de un pastor para que no se pierdan. La biblia no se equivoca al llamarnos ovejas. Puesto que necesitamos constantemente de Dios para no perdernos en el camino, que nos diga donde es el camino bueno. Pero muchas veces suele pasar, que una de las ovejas se extravíe, ningún pastor está exento de que sus ovejas se pierdan, él sabe que un día tendrá que toparse con el problema que una de sus ovejas se pierda.
Aprende de Él:
Llévalo contigo a todos lados:
Abre tu corazón:
Preséntate:
¿Has visto alguna vez cómo se entrena a un cachorro? Por lo general, el entrenador le da instrucciones, u órdenes, para que el cachorro aprenda a hacer las cosas más importantes que el entrenador quiere que haga. Jesús nos dio una indicación muy importante que quiere que también sigamos: Amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente. De hecho, es lo más importante que haremos. Porque cuando lo hacemos, estamos eligiendo formar parte del propósito de Dios para nosotros, que es amar a Dios y amar a los demás. Este es el plan de Dios para el mundo, y podemos ser parte de él todos los días por la manera en que amamos a Dios y a los demás.
¿Alguna vez recordaste una decisión que tomaste y te diste cuenta de que fue egoísta? La tomaste para beneficiarte, pero lo más probable es que no te hiciera más feliz de lo que eras al principio. Lo creas o no, hay esperanza cuando te encuentras en esa situación. ¡Porque la verdad es que estamos diseñados para vivir para algo más que para nosotros mismos! Jesús murió y volvió a la vida para que pudiéramos vivir para Él. Y cuando tomamos decisiones que están influenciadas por seguir a Jesús, podemos confiar en que estamos tomando las mejores decisiones para nuestras vidas.